La Luna tiene un gran impacto sobre las energías y las emociones humanas, y en la astrología y la espiritualidad, las fases lunares se asocian con diferentes tipos de actividades y energías. Algunos días son mejores para hacer lecturas de tarot que otros, dependiendo de la fase lunar:
Ya sabes cómo leer las cartas de Tarot y cómo empezar a leer los mensajes que regalan los mazos. Aprovéchalo y disfruta una disciplina muy interesante.
Lo más importante es estar en un estado de calma y conexión para recibir la guía del tarot de la manera más efectiva posible. Puedes experimentar y encontrar el momento que funcione mejor para ti.
Con el tiempo, siempre ha existido un miedo irracional a la oscuridad y todo lo que pertenezca a ello se le teme. Personas sin conocimiento previo de magia que inician el tarot es común se apeguen a estas Suggestions. Por ello te dirán que no leas de noche para no exponerte.
Luna nueva: Este es un momento de nuevos comienzos, plantación de semillas y establecimiento de intenciones. Aunque es un buen momento para hacer lecturas sobre el futuro y recibir guías sobre lo que está por venir, algunas personas prefieren no hacer lecturas de tarot durante la luna nueva si se sienten muy desconectados o si necesitan concentrarse en sus propios deseos e intenciones.
La Gran Tirada tiene mucho polaroid del momento, así que a veces cuando necesitas una visión amplia es como un gran angular que lo capta todo.
Puede generar cierta ansiedad o expectativas en relación a lo que las cartas revelan, pero es very important recordar que eres el arquitecto de tu propio destino y que las cartas solo pueden ofrecer una guía para ayudarte a tomar decisiones informadas. Es importante mantener una actitud abierta y objetiva, y utilizar la lectura del tarot como una herramienta de autoconocimiento y crecimiento individual, en lugar de depender exclusivamente de ella para tomar decisiones importantes en tu vida.
Además, es esencial tener en cuenta que el tarot no predice el futuro, sino que ofrece guía y posible dirección en foundation a las energías y tendencias actuales. Es fundamental acercarse a las lecturas de cartas con una mente abierta, estar dispuesto a reflexionar y hacer uso de la sabiduría que se comparte. La verdadera utilidad de un tarotista radica en su capacidad para interpretar y comunicar, mientras que la responsabilidad recae en el consultante para tomar decisiones y acciones en base a los consejos recibidos. En resumen, tener una lectura de cartas puede ser beneficioso siempre y cuando se tome con una actitud abierta y reflexiva. Al utilizar el tarot como una herramienta de autorreflexión y orientación, estás en el camino correcto para obtener beneficios reales de estas lecturas.
Por ello, cuando realices una lectura de cartas free of charge para recibir los mensajes de los ángeles, es aconsejable hacerlo en un ambiente espiritualmente tranquilo, puedes encender una vela o un incienso para generar un clima confortable.
Los tarotistas convivimos con las reglas de este plano product, y nuestras necesidades materiales son check it out satisfechas con el medio de intercambio que es ¡ el dinero!
No hay una regla estricta sobre el tiempo que se debe esperar entre lecturas de tarot, ya que esto puede variar según las necesidades y circunstancias de cada persona. Sin embargo, algunos profesionales sugieren esperar al menos una semana entre lecturas para permitir que la energía se estabilice y para que puedas reflexionar sobre la lectura anterior.
Durante la luna nueva, la energía es introspectiva y puede ser un tiempo de nuevos comienzos. Sin embargo, no es el mejor momento para realizar lecturas, ya que la falta de luz lunar puede simbolizar la falta de claridad en las respuestas. Es un buen momento para la meditación y la planificación, pero no para la consulta del tarot.
Si me fijo en la espada, seguramente me hable de un conflicto en el que se acaba una situación. Si me fijo primero en la balanza, seguramente me esté hablando de llegar a un acuerdo equitativo.
Hay que recordar que existen los dogmas, que no son más que dar por cierto hechos sin haberlos comprobado antes.